En un sitio muy cercano a nosotros, vivían los Reyes del baloncesto.
Entre los muchos hijos que tenían, tantos como equipo de baloncesto hay, tenían especial predilección por algunos. Entre ellos, siempre tuvieron especial simpatía por una joven princesa verdinegra. Los motivos son muchos y muy variados; a su innata simpatía, se unía el hecho de que siempre trataba bien a los niños pequeños hasta verlos crecer y acomodarlos en los más y mejores lugares, y también su predilección por el virtuosismo, la elegancia y el espectáculo en su exposición ante otros reyes de otros lugares.
Con motivo de su 75 aniversario, los Reyes del Basket decidieron regalarle una mítica Copa de Plata en la que anteriormente habían bebido los más, y mejores especímenes de su misma raza. Que tuviera que desplazarse hasta la lejana Ucrania para recogerla , no fue impedimento alguno, y por esto y por el magnífico comportamiento que tuvo en la competición que se desarrolló en su propio castillo, decidieron regalarle la posibilidad de viajar a Atenas en primavera, en donde se celebraría el Congreso anual entre los mas y mejores descendientes de estos propios Reyes.
La única condición, era que ellos la invitaban al Congreso , pero, tendría que ser la joven princesa quien se costease el viaje e hiciese frente a los múltiples gastos que ello comporta
El viaje era largo y duro, no exento de peligros y de mil adversidades, pero la posibilidad de que en primavera se pudiera encontrar con los mas y mejores descendientes de sus padres le tentaban de forma especial. Por añadidura, y por el camino, siempre se iría encontrando con hermanos suyos con los que iría compitiendo. A algunos ya los conocía de antaño aunque hacía mucho tiempo que no los veía, por lo que la larga espera y competencia hasta llegar al sitio del Congreso sería mucho mas mucho mas ameno y distraída. Además, en anteriores ocasiones ya había departido con los mas dotados descendientes de su padre, el Rey del Baloncesto, e incluso en alguna ocasión la innegable belleza y calidad de la graciosa princesa verdinegra había hecho que el trofeo que cada año se otorga en este Congreso al mejor heredero de los Reyes del baloncesto en Europa, fuera a parar a las vitrinas que la princesa verdinegra tiene en el castillo al norte del rio Besós.
Para pagarse el viaje, la joven princesa, decidió que el dinero lo sacaría de vender una jarra de leche que le habían regalado y que iría llenando con las aportaciones que los granjeros de los alrededores de los sitios que fuera visitando, le irían haciendo si estaban contentos con el espectáculo que ofrecía en cada una de sus paradas.
En otoño , con la jarra de leche recién estrenada, y con un orgullo y una ilusión que hace mucho tiempo no se veía, la princesa verdinegra se puso en camino, y los primeros encuentros que tuvo con los hermanos suyos mas mayores, fueron tan agradables, espectaculares y vistosos que los dioses del Olimpic decidieron regalarle una victoria majestuosa, asombrosa y espectacular cuando le visitó un sabio y reputado hermano judío, al que era muy difícil de ganar, que venía de tierras lejanas , que casi consiguió llenarle la jarra hasta el borde.
Pero hete aquí que la princesa en lugar de seguir su camino hacía Atenas para seguir llenado la jarrita , se paró justamente después de la victoria ante su hermano israelí, a contemplarse ensimismada su precioso y verdinegro ombligo.
No se sabe muy bien el motivo de esta parada; algunos viejos trovadores aseguran que un viejo brujo que se sienta en un banquillo principal de su castillo, ha ordenado una recesión para poder descansar y afrontar con mejores perspectivas el segundo tramo , y mas difícil de esta larga caminata que tiene que conducir hasta el destino primaveral. Otros aseguran que la catarata de elogios tras estos primeros encuentros le han cegado de tal manera que ya nunca ha vuelto a ser la misma; que ha perdido la perspectiva y la noción de la realidad que en un primer momento le hicieron ser tan aclamada por ser plenamente consciente de sus virtudes, defectos y limitaciones, pues ya se sabe que el halago y la autocontemplación debilitan. Y otros, un poco más maledicientes, aseguran que en realidad las virtudes de la hermosa princesa verdinegra nunca han sido suficientes para andar con el brío y la seguridad que la hermosa doncella recorrió los primeros kilómetros de su camino hacia Atenas.
Una corriente de jodidos cenizos, entre los que se encuentra este cronista, asegura haberla visto parada en un recodo del camino, encima de una piedra tras derrotar al hermano israelí, haciendo cábalas y diciendo: “Si por haber ganado a mi hermanos del sur de la península y a mi hermano serbio por dos veces, a mi hermano esloveno, al israelí y al croata una, me han llenado la jarra de leche de esta manera, cuando consiga ganar a mi hermano romano y otra vez a mi hermano esloveno que cuando me visiten en mis tierras serán mas fáciles de derrotar y teniendo en cuenta que otros hermanos de otros grupos perderán algunos de sus partidos, me la llenarán llenar de tal manera que fácilmente podré vender mi jarra de leche en el bombo 1 y me darán mas dinero por ella. Y si no la puedo meter en el bombo 1, al menos la venderé en el bombo 2 con lo que ya me daré con un canto en los dientes y habré conseguido un importante beneficio en esta primera etapa de mi camino lo que me permitirá seguir mi viaje hacia Atenas con mayores garantías”.
Yo incluso podría jurar, cosa que no hago nunca, que en un momento de las cábalas se quedó medio dormida, y en sueños ya empezó a vislumbrar, allí a lo lejos, las primeras columnas del viejo, histórico y majestuoso Partenón.
Pero como las cuentas al igual que los sueños, cuentas son, mientras estaba aún medio ensimismada con sus cábalas y medio dormida, gozando de sus húmedos sueños atenienses, se le acercó una vieja loba romana (muy parecida a aquella de múltiples teturrillas que amantó a Rómulo y Rémulo) que aprovechándose de la modorra de la joven princesita verdinegra , le hincó un diente en su confianza, que le hizo despertar sobresaltada. Incluso, del sobresalto, le tambaleó la jarra de leche , aunque por suerte no se le cayó. Fue un primer aviso.
Aún aturdida por el mordisco de la vieja loba romana y del sopapo que le dieron en el orgullo, la versión moderna de Rómulo y Rémulo llamados ahora Hawkins y Chatman, la princesa verdinegra en lugar de reemprender rápidamente la marcha, siguió haciendo cábalas sobre las posibilidades y el rédito que le daría vender su jarra de leche en el bombo 1 o el bombo 2 sin tener que volver a hacer el menor esfuerzo. Fue entonces cuando por arte de magia se le apareció el Enano Saltarín de Kus que sin saber muy bien ni como y por medio de un encaterio semejante al birlibirloque consiguió arrebatarle de sus manos y en los últimos segundos de su encuentro con su hermano croata un nuevo cántaro de leche que ella ya tenía fuertemente asida con sus manos y con las que pensaba llenar de tal forma su jarra que ya no tendría que volver a preocuparse por el tema. Por suerte, aunque perdió el cántaro, la jarra siguió sin romperse, y la princesa en lugar de levantarse y seguir su camino siguió haciendo cuentas sobre si podría vender su jarra de leche en el bombo 1 o en el bombo 2. Fue el segundo aviso y aunque además desde el sur de la península se oyeron unas voces protestonas de 7 enanitos envidiosos, diciendo que esto lo hacía para jorobarles, como las voces eran en arameo, ella no prestó la menor atención y siguió haciendo sus cábalas y sus cuentas acerca de en donde podría colocar mejor su jarra de leche en el mercado que se iba a celebrar en Barcelona el lunes 5 de febrero y que le daría una gran parte del dinero que necesitaba para poder seguir el viaje hacia Atenas.
Fue entonces cuando aún ensimismada pero ya medio aturdida, se presentaron ante la joven doncella una caterva de seres muy extraños y ya casi en desuso y desguace , comandados por el gnomo Rannikko y el troll Markoishvili, y le dieron tal patada en su trasero que se despertó de golpe de su sueño y de sus cábalas. Por la fuerza de la patada se dio de bruces contra el suelo y la realidad, y la jarra se hizo añicos contra el suelo desparramándose casi toda la leche que había ido acumulando y quedándose sin posibilidad de poderla vender ni en el bombo 1 ni en el bombo 2, y teniéndose que conformar con vender la poca que consiguió salvar en el bombo 3, en donde la mayoría ya nos hubiéramos dado por satisfechos de poder venderla al principio del trayecto pero que ahora visto lo visto nos parece bastante poco, la verdad. Y en donde evidentemente los billetes que se sacan para Atenas son mucho mas caros y lo que te dan por la leche es mucho menos.
Llorando amargamente su mala suerte, y ni si tan siquiera con la posibilidad de cargarle la culpa a los 3 cerditos que vestidos de naranja y con un pito en la boca le han rondado en las última fechas, ahora la princesa se encuentra desconsolada.
Por suerte, su papá. el Rey del Baloncesto, la ha llamado al orden y le ha dicho que si quiere llegar a Atenas esta primavera como antaño llegó a Estambul o Tel-Aviv ,lo que tiene que hacer es levantarse, dejar de llorar y no perder el tiempo echando mas cuentas y cábalas. Intentar ir a cada encuentro al máximo, sin reservas y sin pensar en lo que puede acontecer después. Y sobretodo que tiene que volver a ser, como fue en un principio, muy consciente de sus posibilidades, defectos, virtudes y limitaciones si quiere tener alguna remota posibilidad de llegar al final del trayecto.
Le ha dicho que el premio solo está al alcance de unos pocos, y que tampoco es fundamental conseguirlo porque él seguirá amandola por encima de otros hijos suyos, a pesar de todo. También le ha dicho que si para conseguir el dinero tiene que vender la leche en el tercer bombo tampoco es un tema tan dramático, sobre todo si se tiene en cuenta que en anteriores ocasiones ya ha conseguido arrebatarle hermosos cántaros de leche a otros hermanos suyos con mas caché y recursos, siempre y cuando luche con tesón y garra , no ceje en el empeño, se emplee a fondo, se centre en lo que está realizando y no se mire y contemple en el espejo mas de lo estrictamente preciso y necesario.
También le ha dicho que si no consigue llegar a Atenas no pasa nada, que ya tendrá mas oportunidades para conseguirlo, aunque algún portavoz de los enanitos envidiosos se empeñe en negarlo, y que lo principal es que después de un encuentro con algún hermano suyo no le importe en absoluto salir derrotada , si tal y como ya le pasó cuando se enfrentó con su hermano heleno, lo ha dado todo en la contienda.
Le ha dicho que todos estamos contentos y orgullosos de tal y como es actualmente , que la vida es bella, que es bonito soñar, y que nadie quiere despertar de este sueño.
A todo esto, los habitantes del bosque verdinegro que parecen ser ya un poco mas numerosos últimamente , siguen , a pesar de lo ocurrido en los tres últimos encuentros, estando muy contentos con lo que ha hecho la princesa hasta ahora.
Tanto que hasta algunos de ellos han vuelto a recuperar el orgullo de volver a ser otra vez como una especie de Robins Hodds de la canasta; aquellos que roban victorias a los ricos y poderosos para entregarlos a la noble, justa y bella causa del baloncesto puro.
Cuando esta historia termine, nadie espera que al final del cuento ponga que la joven princesa se trajo para Badalona el trofeo, solo con que diga que el juego desplegado por ella, nos hizo otra vez felices y dichosos, y que gracias a esto, nuestro nombre y nuestra leyenda volvió a causar admiración y respeto allí por donde ha ido, ya tenemos bastantes.
Los seguidores de la princesa verdinegra no aspiramos a casorios eternos con adinerados príncipes azules que nos prometan un futuro de lujo y comodidad; a fastuosos bodorrios con guapos reyes que nos entreguen multitud de copas en señal de la sumisión que les mostramos . Nos conformamos con seguir siendo como somos, con seguir disfrutando de nuestra singularidad, de apreciar lo nuestro y sobretodo queremos seguir cuidando a los niños que el día de mañana nos han de hacer disfrutar tanto como lo está haciendo ahora la joven princesa.
Y es que si no cuidamos a los niños del mañana,les protegemos hasta que crezcan y les hacemos un sitio entre nosotros , a quien podremos entonces leer las maravillosas historias que la joven , hermosa y singular princesa verdinegra ha ido escribiendo a lo largo de su historia?
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